martes, 18 de agosto de 2015

Crítica literaria: "Matar a un ruiseñor".

Cubierta de Matar a un ruiseñor,
de Harper Lee

 TÍTULO: Matar a un ruiseñor
AUTOR: Harper Lee
EDITORIAL: Harper Collins
PÁGINAS: 385
FORMATO: Papel


Disparad a todos los arrendajos azules que queráis, si podéis acertarles, pero recordad que es un pecado matar a un ruiseñor.

Este es el consejo que da a sus hijos un abogado que está defendiendo al verdadero ruiseñor del clásico de Harper Lee: un hombre de color acusado de violar a una joven blanca. Desde la mirada de Jem y Scout Finch, Harper Lee explora con humor y una honestidad insobornable la actitud irracional que en cuestiones de raza y clase social tenían los adultos del Sur profundo en los años treinta. La conciencia de una ciudad impregnada de prejuicios, violencia e hipocresía se enfrenta con la fortaleza y el heroísmo silencioso de un hombre que lucha por la justicia.

Ando yo últimamente inmerso en el mundo de las relecturas y qué mejor ocasión que la ofrecida por la editorial Harper Collins con su nueva traducción del clásico Matar a un ruiseñor, novela ganadora del Premio Pulitzer en 1961 y que ha sido traducida a más de cuarenta idiomas, ha vendido más de cuarenta millones de ejemplares en todo el mundo y ha dado lugar a una popular película que todo el mundo debería haber visto, al menos una vez en su vida.

Matar un ruiseñor es la primera novela de la estadounidense Harper Lee  (comento esto porque hace muy poco se ha publicado en España una nueva novela de la escritora: Ve y pon un centinela, texto que ha estado guardado más de cuarenta años en un cajón y escrito antes de la novela que la catapultó a la fama mundial y que ahora por fin ha salido a la luz con un gran éxito, rondando los 100.000 ejemplares en su primer día a la venta en el Reino Unido).


En breve dedicaré un texto sobre Ve y pon un centinela (Harper Collins, 2015), una historia que sirve como precuela, ya que el contexto del libro se desarrolla en los años 50, es decir veinte años después de lo narrado en Matar a un ruiseñor.

Centrándonos en la estructura del libro podríamos diferenciar dos segmentos importantes: por una parte, tenemos al trío formado por Jem, Dill y Scout (Jean Louise Finch, narradora a sí mismo del libro) donde se nos narra las vivencias de estos personajes en su ciudad investigando a un extraño vecino y la inocencia que destilan en cada una de sus acciones como seres puros antes de adentrarse en el lado más oscuro de la vida de un pueblo repleto de personas que no quieren vivir con gente diferente a ellas; y aquí es donde viene una segunda parte del libro donde seremos testigos de un juicio por violación de una persona de color claramente en desventaja frente a un pueblo enfurecido y racista como él solo.

Todo ello se traduce en una sensación de fracaso inevitable que embarga al lector, sufriendo tal y como lo hacen los mismos personajes con una fuerte empatía.

A pesar de que en estas páginas se tocan temas tan graves y profundos como el racismo o la intolerancia, la escritora utiliza un oportuno tono con cierta ironía y sentido del humor que potencia si cabe aún más el culto mundial por este libro.

Sin lugar a dudas Matar a un ruiseñor se postula con méritos propios como una de las novelas más importantes de la literatura universal dejando un profundo poso tras su lectura.


Calificación:
Calificación:
Replicante: Francisco José Arcos Serrano

Para una lectura: reposada, lúcida y enriquecedora

No hay comentarios:

Publicar un comentario