viernes, 26 de abril de 2013

Crítica literaria: XXI de Francisco Miguel Espinosa

XXI 
Francisco Miguel Espinosa. 
Apocalíptica, Ediciones B 

Francisco Miguel Espinosa, publica en el 2009 su primera novela, Encerrado (Ediciones Atlantis), que gozó de gran aceptación y buenas críticas, situándose durante varias semanas en el tercer puesto de los «Mejor Valorados por Casa del Libro». En febrero de 2010 ganó el Certamen Arte Joven de Madrid en la categoría de relato corto, el ganador más joven en los últimos tres años. De su novela Encerrado se ha realizado una reedición digital, por parte del autor:el pasado 1 de febrero salió a la venta en Amazon
XXI se trata de una novela apocalíptica donde un personaje, llamado Fox, transmite mensajes por radio invitando a los supervivientes, que busquen venganza, acabar con su vida. Los primeros capítulos empiezan en un Madrid devastado, dejándonos unas visiones grises en cada párrafo. Dos protagonistas, Amelia y Luis, se refugian en el Museo del Prado.
Los diálogos fluyen con habilidad y cada episodio eleva el tono de la violencia a pasos agigantados. Las descripciones no son empalagosas: resultarán amenas para un lector casual por lo accesible del vocabulario. A pesar de su dureza, la novela está construida para atraparte en cada página empleando una perspectiva en tercera persona, con intervalos en primera persona que pertenecen al diario personal de los caracteres principales. Fox será una presencia latente en muchos capítulos, ya que representa una suerte de objetivo para los protagonistas de la novela.
Encontraremos fragmentos agrestes y con toques explícitos muy subidos de tono. La originalidad de ciertas escenas supone uno de los puntos más acertados de una trama donde el sexo es parte fundamental para caracterizar algunos personajes. No obstante, el excesivo paginado y extensión, provoca que pierda fuerza e intensidad según avanza la lectura.
Supone una historia que conduce a reflexionar sobre nuestra sociedad y que plantea dilemas espinosos, sobre una humanidad que, citando al autor, «no tiene fronteras a lo que respecta sus acciones».
El libro tiene un acabado perfecto por parte de imprenta. La imagen de portada, de  Alejandro Colucci, confirma que es un creador siempre nos sorprende y resulta acorde con la historia.
Recomiendo este libro a los amantes The Road de Cormac McCarthy e incluso a los que son fieles seguidores de la Ciencia Ficción. Debido a su terminología tosca no resulta adecuado para lectores jóvenes.
No me ha disgustado la novela pero admito que en ciertos momentos me ha parecido, algo pesada.

Clasificación: 4 estrellas.
Para una lectura: entretenida, dura y apocalíptica.
Replicante identificado: Chabi Angulo

viernes, 19 de abril de 2013

Crítica literaria: Zen en el arte de escribir

Zen en el arte de escribir
Ray Bradbury
Trad. Marcelo Cohen
Minotauro, 2002

Hay libros que te trasladan a otra dimensión, a un mundo mágico en el que las sensaciones flotan en el aire, un mundo de letras dibujadas con el lápiz de la ilusión.

Pero no, no estamos ante una novela, ni ante un libro de relatos… Estamos ante un libro dedicado a desgranar de la forma más pasional y contagiosa posible, el proceso de la creación literaria, y nada más y nada menos que de manos de Ray Bradbury, uno de los mejores escritores de fantasía y ciencia ficción de todos los tiempos, aunque esas categorías se queden cortas, muy cortas.

Ray Bradbury, autor de novelas como Crónicas Marcianas, Fahrenheit 451 o El vino del estío se deja llevar por la pasión, por su amor por la literatura y nos cuenta sus influencias, sus obsesiones… Porque este no es un libro sobre la creación literaria en sí sino sobre la pasión por la literatura; estamos ante un omnívoro literario, casi arrogante en el sentido de reivindicar una y otra vez el eclecticismo. Habla de literatura pulp, de películas de serie B, de cómics, del disfrute por el disfrute, del placer por el placer.

«Garra. Entusiasmo. Cuán raramente se oyen estas palabras. Qué poca gente vemos que viva o, para el caso, crea guiándose por ellas».

Bradbury aprendió a muy temprana edad que no debía seguir la corriente de «no leas eso porque ya pasó la edad, lee algo más profundo». Al hablar de los cómics de Buck Rogers dice «Los amigos me criticaban. Los amigos se burlaban. Rompí las tiras de Buck Rogers». Y añade «… éstos no son amigos; estos que me hicieron romper las tiras y así me rompieron la vida por el medio; son enemigos.» Y concluye: «Desde aquella vez nunca le he prestado atención a nadie que criticara mi gusto por los viajes espaciales, las barracas de feria o los gorilas. Cuando esto ocurre, meto mis dinosaurios en el bolso y me voy de la habitación».

En el fondo Zen en el arte de escribir es una celebración de la vida, de la vida de los libros y de las sensaciones tan placenteras que producen. Nos hacen reír, llorar, asombrarnos, tener miedo… ¿He dicho asombrarnos? Sí, ¿verdad? «Yo estaba enamorado, por entonces, de los monstruos y los esqueletos y los circos y las ferias… Todo lo bueno de mi existencia me ha venido de mi duradero amor por esas cosas sorprendentes».

Entre los títulos de los ensayos recogidos en el libro: Cómo alimentar a una musa y conservarla, El largo camino a Marte, La mente secreta o el definitorio La dicha de escribir; en este caso, la dicha de leer: leer Zen en el arte de escribir. Porque se trata de un libro no sólo recomendado a los amantes de la literatura, a futuros y consagrados escritores, sino que sus enseñanzas son aplicables a cualquier pasión creativa en la vida.

En cuanto al aspecto físico, está bien editado, con una portada sencilla pero llamativa, y no aprecio erratas. Es cierto que la edición ya no es sencilla de encontrar, han pasado más de diez años. Si la descubren en una librería, no dejen de hacerse con este tesoro de cubiertas amarillas. 

Clasificación: 5 estrellas.
Para una lectura: filósofica, intensa, entretenida.
Replicante identificado: Mr. Espectro


viernes, 12 de abril de 2013

Crítica literaria: Lo que sueñan los insectos, de Javier Quevedo Puchal

Lo que sueñan los insectos, Javier Quevedo
Lo que sueñan los insectos.
Javier Quevedo Puchal
Ed. Puntoenboca.

Conocí a Javier Quevedo en un evento literario dedicado a la literatura de terror. Lo primero que llama la atención es su personalidad, alejada del cliché de escritor de género, al que una se imagina un tanto tétrico e introspectivo. Nada más lejos, es afable, cariñoso, con un discurso pausado y suave. Pero, cuando te introduces en su literatura, la cosa cambia. Abre ante nosotros un universo que, sin perder las luces, se convierte en un escenario en el que ocurren situaciones totalmente anómalas a través de las que nos va llevando con mano maestra. 
Su última novela, Lo que sueñan los insectos, de Punto en boca, así lo demuestra. Si has sido un lector con suerte, y te has hecho con su novela anterior, Cuerpos descosidos, que obtuvo el premio Nocte 2012 a la mejor novela de terror, la encontrarás alejada pero también concomitante con ésta última. 
Lo que sueñan los insectos inquieta desde que lees el título, como muy bien señala el prologista, Angel Luis Sucasas, ya que te plantea la primera incógnita: ¿será una metáfora, aparecerán realmente insectos en la trama, son pesadillas? Por supuesto, a lo largo de la novela iremos conociendo el por qué de este título onírico. 
Muy bien trazados los personajes, cuyos puntales son los dos protagonistas físicamente concretos, Diego y Milena, y un tercero, Isabel, sobre el que pivota la obra, y que tiene la misma corporeidad a pesar de no ser y no estar. La pareja Diego y Milena funcionan perfectamente, habida cuenta de sus dos personalidades tan antitéticas, pero que convergen en el entendimiento de ese mundo del más allá en el que se mueven. Diego, cuyo perfil evoca en algunos momentos al de un detective cotidiano y un tanto de vuelta de todo como podría ser Carvallo, del gran Vázquez Montalbán, resulta ser un perfecto contrapunto a la personalidad de su esposa, Milena, en ese tandem en el que a veces también va a reaccionar con la filosofía castiza de un Sancho Panza ante acontecimientos antinaturales. 
El resto del elenco dibuja un paisaje humano en el que los acontecimientos se mueven de forma lineal, pero con las subidas y bajadas de una emocionante montaña rusa, sin grandes sobresaltos, pero con una tensión que llega hasta el final. 
Una cuidada edición, para la que, solo por poner un pero, hubiera elegido otro tipo de letra. Cuenta con una atractiva y sugerente portada. 
En conclusión, merece la pena descubrir Lo que sueñan los insectos y disfrutar de su lectura.

Clasificación: 5 estrellas.
Para una lectura: aterradora, reflexiva y muy entretenida.
Replicante invitado: Elena Muñoz (http://mividaentacones59.blogspot.com)

viernes, 5 de abril de 2013

Crítica literaria: Salvo la culpa


Salvo la culpa
Santiago Casero González
Editorial Intangible. Colección Narrativa

Más galardonado por sus relatos cortos que por los largos, Santiago Casero González irrumpe ahora con Salvo la culpa –Editorial Intangible-
Nacido en 1964, el autor imparte clases en el I.E.S. Miguel de Cervantes Saavedra de Alcázar de San Juan. Sin embargo, su literatura tiene algo de realismo mágico con toques oníricos que no nos hace pensar, ni mucho menos, en una literatura a lo Pedro Almodóvar. Mucho más próximo a Juan Rulfo en Pedro Páramo que a nuestro director de cine más internacional.
Salvo la culpa nos pone ante un funcionario con una misión. Para cumplirla lo primero que hacen es darle una pistola. Así, se tiene que desplazar a una zona lejana y yerma con toque de queda incluido. En el largo camino hasta su destino le acompaña Helga, de la que se enamorará inevitablemente. Es un amor de novela negra, de hostal de carretera apartado en medio de la nada más platónico que real.